Al
hacer ejercicio, el cerebro empieza a trabajar, produciendo miles de
reacciones químicas. La actividad conduce pues no solo a la quema de
grasas y aumento
de la musculatura,
sino que también ayuda a todo el proceso de atención y
concentración, que se prolonga más allá del tiempo en que estamos
entrenando. Una actividad física habitual consigue, además de bajar
de peso y mantener una bonita figura, mejorar calidad de vida,
bienestar y salud. Entre los muchos estudios que lo prueban,
este
es uno de los últimos.
Cristian
García, director técnico de los centros BodyOn,
asegura: “La activación muscular pone en marcha una fábrica
química de
sustancias activas, altamente eficaces, ayudando a reducir el nivel
de grasa, a la vez que mejora el desarrollo muscular y aumenta el
rendimiento corporal. También actúa en el sistema vascular, con una
mayor irrigación sanguínea, que nos asegura un corazón saludable”.
Según la Sociedad Española de Cardiología, durante este lapso, el
corazón late más deprisa y de produce vasodilatación de los
capilares, de modo que aumenta la cantidad de sangre en movimiento y
se fortalece el músculo cardíaco. Ángel Merchán, director de
Homewelness,
puntualiza: “Los cambios que se producen en los momentos
posteriores a la práctica deportiva son provocados por la
segregación de una serie de hormonas, como la testosterona, la
adrenalina, el cortisol o las endorfinas”. Traducido a su estado:
estos químicos le producirán un estado transitorio de relajación,
que puede durar varias horas, según la intensidad del entrenamiento.
Estos efectos, efímeros, perduran en el tiempo a medida que aumenta
la frecuencia del deporte. A la relajación de la primera media hora,
habría que añadir rapidez mental, necesidad de azúcar, quema de
calorías y sensación de bienestar.
"Al principio, cuando comenzamos a realizar un programa de ejercicio, midiendo bien la intensidad, el efecto es más corto, pero a medida que el cuerpo va generando adaptaciones con el paso de los entrenamientos, las sensaciones y el bienestar general son duraderos y pasa a ser nuestro estado de ánimo habitual, es decir, el cuerpo se adapta a esos niveles hormonales [e incluso puede afectar a la genética, según la revista New Scientist]. La clave está en que la intensidad sea la correcta, con una progresión, porque lo que hoy es muy intenso, en dos semanas ya no lo es, y debemos aumentar el nivel”, añade Ángel Merchán. La pregunta pertinente es: si con el deporte aumenta el bienestar, ¿el estrés desaparece? Responde en entrenador personal: "El ejercicio ayuda a combatir las respuestas hormonales y síntomas de ansiedad, pero, lógicamente, no resuelve el foco del estrés si viene provocado por otros problemas".
Eso es! viva el ejercicio y la salud! en mi opinión, hacer ejercicio es una manera genial de mantener una vida saludable y liberar el estrés al que estamos sometidos diariamnete. Muy buena la información
ResponderEliminarbuenísima la entrada! en mi opinión hacer ejercicio es una buenísima idea para mantenerse saludable y liberar el estrés al que estamos sometidos diariamente.
ResponderEliminargenial la inf
gracias Paula, sin deporte la vida seria extremadamente estresante, ¡se nota que eres una chica saludable!
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